La presentó en febrero el sistema de certificación forestal PEFC. La herramienta estima cuánto carbono contiene un mueble de madera, sin incluir las partes que no están fabricadas en madera. 

Según señala PEFC, existen dos maneras de calcular el carbono almacenado en la madera de los muebles. La primera consiste en medir la longitud, la anchura y el grosor del mueble. "Es probable que este procedimiento haya que repetirlo varias veces para las distintas partes de un mueble, ya que cada una tiene medidas diferentes y puede estar hecha de maderas distintas", advierte la entidad. La segunda manera consiste en determinar el volumen del mueble, lo cual resulta la más adecuada para muebles de forma irregular.

La descripción de procedimiento menciona otros valores que hay que introducir en la calculadora, como el tipo de material y la densidad de la madera. El material se subcategoriza en madera maciza, madera contrachapada, tableros de partículas, tableros de virutas orientadas (OSB) o tableros de fibras de densidad media o alta (MDF o HDF). En cuanto a la densidad de la madera, PEFC ha facilitado una lista de referencia, a la vez que indica la importancia de consultar la información que proporcionan los proveedores. "En general, cuanto mayor sea la densidad, mayor será la cantidad de carbono almacenada en la madera", especifica la entidad.

El cálculo del almacenamiento de carbono en la madera de mobiliario se realiza en base a la Norma UNE EN 16449:2014 Madera y productos derivados de la madera: Cálculo del contenido de carbono biogénico de la madera y conversión a dióxido de carbono.

 

 

 ¿Cómo funciona?

 

Existe una fórmula específica para calcular el carbono almacenado en la madera de los muebles. (ver Fig. 2). 

El carbono almacenado en la madera (CO2 en kg) equivale a la multiplicación de la fracción de carbono en la madera (f c), el peso de un átomo de carbono en una molécula de CO2 (3,67) y el peso total de la madera secada al horno.

El peso de la madera seca al horno puede calcularse utilizando los valores de la densidad de la madera (kg/m 3), el volumen de madera (m3), el contenido de humedad de la madera en porcentaje (u/100) y la fracción de madera en el producto derivado de la madera (f w).

"Han determinado que 0,5 es la fracción de carbono en la madera como media para la calculadora", señala la entidad certificadora. Pero añade que existen valores más detallados basados en las especies de madera y su procedencia, que pueden encontrarse en internet. "La fracción de madera en los productos de madera maciza es 1, mientras que en otros productos fabricados con, por ejemplo, MDF u OSB, varía debido, entre otros factores, a la presencia de cola y el proceso de fabricación"

En cuanto al contenido de humedad de la madera maciza, PEFC puntualiza que "es, aproximadamente, del 12% y del 10% en los productos de madera de ingeniería; aunque, en teoría, el contenido de humedad varía en función de la humedad del aire, la ubicación geográfica, las estaciones, el tipo de edificio, etc. El agua no contiene carbono, por lo que debe eliminarse de la ecuación".

Para PEFC es importante señalar que la huella de carbono no sólo se refiere al carbono almacenado en los muebles, sino que también tiene en cuenta las emisiones generadas por el proceso de fabricación, los aspectos logísticos como el transporte, etc. Entonces, para calcular la huella de carbono se necesita una evaluación del ciclo de vida del producto (ECV) y para que un producto sea realmente neutro en carbono, es decir, para que el carbono se compense, tiene que almacenar carbono durante al menos 100 años, una vida útil que la mayoría de los muebles rara vez alcanzan.

"Aun así, entender cuánto carbono almacena un producto sigue siendo clave para reducir la huella de carbono global, especialmente en un intento de alcanzar la neutralidad climática para 2050, como estipula el Acuerdo de París", resalta PEFC.

Un aspecto a tener en cuenta es que, mientras que el almacenamiento de carbono en los bosques es dinámico y cambia con el tiempo, el almacenamiento de carbono en los muebles es estático, permanece en el producto durante todo su ciclo de vida y sólo se libera a la atmósfera cuando se quema. Por tanto, prolongar la vida útil de estos productos ayuda a reducir la huella de carbono, ya que retrasa su liberación. "Y lo que es más importante, para que todos estos cálculos sobre el almacenamiento de carbono contribuyan realmente a frenar los efectos del cambio climático, los muebles tienen que fabricarse con madera sostenible, procedente de bosques bien gestionados. Si para extraer la madera se han utilizado métodos de tala poco éticos que contribuyen a la deforestación, todo el almacenamiento de carbono es en vano; la huella de carbono de ese producto concreto sigue siendo insostenible", concluye la entidad.

 

Acceda desde aquí a la calculadora online.

 

 

 

 

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