Mayor protagonismo de los productos forestales en la bioeconomía mundial
Bajo el título "Los productos forestales en la bioeconomía mundial: facilitar la sustitución con productos derivados de la madera y contribuir a los objetivos de desarrollo sostenible", la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó su informe anual durante la celebración del Día Internacional de los Bosques. El documento está dedicado al rol central que tiene la actividad económica ligada a los bosques para mitigar el cambio climático. "El uso sostenible de los bosques ayuda a combatir la crisis climática y lograr los ODS", afirmó el director General de la FAO Qu Dongyu.
El informe del organismo pone el acento en la necesidad de facilitar la sustitución de productos basados en combustibles fósiles por otros derivados de la madera. De manera exhaustiva menciona las innovaciones basadas en la madera que reducen el impacto ambiental y la generación de desperdicios. Anexa un conjunto de recomendaciones a fin de impulsar a los productos forestales como sustitutos de otros que no son sostenibles desde el punto de vista social, económico y ambiental.
Para la forestoindustria se trata de un respaldo al máximo nivel que pone definitivamente a la madera ‒y sus derivados‒ como el material del siglo XXI, abriendo nuevas líneas de negocios en las que nuestro país tiene una nueva oportunidad para posicionarse en el comercio internacional de productos de base forestal.
Innovación y sustitución: claves para la economía circular
"Actualmente, el 75 % del consumo mundial de materiales se basa en recursos no renovables, ya que la extracción, el transporte, la elaboración y la eliminación de estos recursos conlleva un enorme impacto en el medio ambiente, el clima y la biodiversidad. Los productos a base de madera pueden ayudar a la mitigación del cambio climático mediante el almacenamiento de carbono, como se muestra en el informe, a la vez que ayudan a evitar o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a los materiales a los que sustituyen, como el cemento, el acero, los plásticos y las fibras sintéticas", expuso el director General de la FAO. “Sin embargo ‒agregó Qu‒ hoy solo el 25 % de la demanda total de materiales se cubre con biomasa, como la madera”.
La FAO adoptó como eslogan para el Día Internacional de los Bosques de este año “Elijamos madera sostenible para las personas y el planeta”, reafirmando el lugar protagónico que le asigna en la bioeconomía a la cadena de valor de la madera para la producción y el consumo sostenibles.
El informe plantea que es la bioeconomía la que permitirá abordar desafíos como el consumo y la dependencia excesivos de los recursos naturales no renovables: "Los materiales de base biológica pueden sustituir las fuentes fósiles para producir energía, alimentos, fibras y otros productos manufacturados".
El desarrollo de la bioeconomía sostenible se considera como una forma de ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). El documento explora cómo la sustitución de productos intensivos en gases de efecto invernadero por otros derivados de la madera podría ayudar a reemplazar productos basados en combustibles fósiles e intensivos en GEI y cómo esto podría apoyar el desarrollo sostenible. Ya existe un conjunto de países con una estrategia o plan de acción en esta dirección. Aún con enfoques diferentes, muchas de esas estrategias se relacionan con la innovación y la biotecnología para desarrollar nuevos productos de valor agregado (químicos, empaques, biocombustibles) o mejorar la productividad de los recursos biológicos y la bioenergía.
La FAO deja en claro que el sector forestoindustrial es un componente importante de una bioeconomía circular sostenible: "Ha fabricado durante mucho tiempo numerosos productos cotidianos. Para algunos de estos productos, se han producido cambios significativos recientemente. El papel gráfico es un grupo de productos marcado por un cambio estructural, donde la demanda se ha estabilizado o incluso ha disminuido en algunas regiones del mundo durante los últimos 15 años, debido a la adopción de Internet y los medios electrónicos. Algunos estudios estiman que una disminución en el consumo mundial de papel para periódicos, impresión y papel para escribir podría poner a disposición de 229 a 259 millones de metros cúbicos adicionales de madera en rollo para otros usos para 2030".
En la última década surgieron nuevos productos y tecnologías con el objetivo de aumentar el valor agregado de los productos de madera, disminuir la huella de carbono y agua de los productos y procesos, reducir la contaminación y la generación de desechos, y mejorar la circularidad. La FAO señala especialmente los productos de madera de ingeniería y las fibras textiles a base de madera como dos categorías emergentes de productos forestales. "La producción y el consumo de productos de madera de ingeniería están aumentando, principalmente debido a una mayor aplicación en la construcción de varios pisos con estructura de madera, facilitada por los códigos de construcción que se basan en un conocimiento mejor y actualizado de la madera como material de construcción y la posibilidad de prefabricados, elementos y módulos que se pueden utilizar fácilmente en el proceso de construcción. La madera contralaminada (CLT, por sus siglas en inglés) se considera para muchas aplicaciones de construcción (incluidos pisos, paredes y techos) para sustituir materiales de construcción no renovables con alto contenido de GEI y por su buen rendimiento acústico y de aislamiento, entre otras características", refiere el documento. Existen estudios que estiman que la producción de CLT será de tres millones de metros cúbicos para 2030.
En el caso de las fibras textiles a base de madera, el organismo destaca el aumento de su consumo global, anunciando que podría tomar una participación aún mayor del mercado, actualmente está dominado por las fibras a base de petróleo. "Las fibras de lyocell, por ejemplo, se pueden usar para textiles, telas no tejidas y papeles especiales y su producción es más respetuosa con el medio ambiente. Con una demanda cada vez mayor de fibras textiles y con la producción de algodón casi llegando a su punto máximo, las fibras textiles a base de madera pueden ofrecer una alternativa adecuada", prevé la FAO. Datos de 2019 muestran que solo el 6,4 % del mercado mundial de fibras textiles eran fibras celulósicas artificiales, lo que indica una oportunidad de crecimiento.
A lo anterior se suma que los bosques pueden proporcionar muchos productos no madereros con un alto valor económico, como las resinas y sus derivados, usados en la industria química y alimentaria. "Los productos químicos derivados de la resina ‒manifiesta el documento‒ generalmente tienen una huella de carbono más pequeña que sus equivalentes de origen fósil".
El análisis concluye que existen pruebas sólidas de que los productos de madera se asocian con menores emisiones de GEI durante todo su ciclo de vida en comparación con los productos fabricados con materiales no renovables o de emisiones intensivas. Una revisión de 488 factores de sustitución obtenidos de 64 estudios publicados indica que el uso de madera y productos a base de madera generalmente se asocia con emisiones fósiles y basadas en procesos más bajas en comparación con productos funcionalmente equivalentes que no son madera. No obstante, la FAO alerta que más de las tres cuartas partes de los estudios se centran en el sector de la construcción y que existe mucha menos información sobre otros productos forestales sean tradicionales (papel para impresión, escritura y embalaje) o emergentes. Además, la mayoría se centran en América del Norte y los países nórdicos de Europa.
Si bien los productos forestales pueden proporcionar beneficios en comparación con el uso de materiales intensivos en GEI no renovables, el organismo también alerta de que existen riesgos potenciales asociados con el aumento de la producción y el consumo de productos forestales: una mayor presión sobre los bosques y las personas que dependen de los ellos, podría resultar en la degradación de los mismos, con pérdida de biodiversidad y una reducción de las reservas y el almacenamiento de carbono. Por esto, la FAO anticipa que, para satisfacer las necesidades de una población en crecimiento, es indispensable contar "con una gestión forestal sostenible y climáticamente inteligente, considerando las emisiones y absorciones de carbono de todos los depósitos de carbono simultáneamente para optimizar los beneficios de mitigación más grandes y a largo plazo, al tiempo que se respalda la biodiversidad y otros servicios ecosistémicos".
Circularidad e industria
Los análisis existentes del ciclo de vida de los productos forestales indican que su procesamiento, fabricación, uso y eliminación tienen impactos relacionados con el clima, pero es importante compararlos con los impactos "de un producto funcionalmente equivalente hecho de otros materiales".
De acuerdo con el estudio realizado por la FAO, las perspectivas para la producción futura de productos de madera sugieren un aumento constante en la producción de madera en rollo industrial para madera aserrada, paneles de madera, cartón y embalaje en las próximas décadas. A la vez, hay incertidumbre en torno a estas perspectivas para la futura oferta y demanda de productos forestales, como los cambios en el comportamiento de los consumidores y la futura aceptación en el mercado de productos madereros innovadores.
El documento recuerda que todavía hay una comprensión limitada de los efectos de sustitución a nivel de mercado, país y planeta. "Para una comprensión holística de los beneficios de la sustitución por productos madereros, también debemos considerar los efectos sobre el almacenamiento de carbono en la biomasa forestal, el suelo y los productos madereros, así como su permanencia y los posibles efectos de fuga. La asignación de grandes volúmenes de madera a aplicaciones específicas probablemente aumentará la competencia por las materias primas y puede conducir incluso a efectos de sustitución negativos, es decir, los productos de madera se sustituyen por otros productos (no renovables)", indica el organismo.
Por otro lado, el estudio incorpora en el análisis al ecodiseño, el uso en cascada o la gestión de residuos de productos de madera como acciones que pueden mejorar el funcionamiento de la bioeconomía circular. Sin embargo, sugiere que para fortalecer el papel que desempeñan los productos forestales es necesario mejorar la fabricación, incluido el diseño ecológico, el uso, la reutilización y el reciclaje de productos forestales y la gestión de residuos y desechos para reducir el impacto ambiental del ciclo de vida de un producto.
En esta línea, la FAO propone que "para garantizar la sostenibilidad de una bioeconomía circular basada en los bosques, es importante crear conciencia y superar las brechas de conocimiento e implementación a lo largo de la cadena de valor de los productos forestales mundiales". Brinda recomendaciones de acciones específicas que podrían tomar el sector privado, los gobiernos nacionales, los organismos regionales de integración económica y los organismos de cooperación internacional.
Para el sector privado, las recomendaciones van a dirigidas a:
- Focalizarse en sistemas productivos responsables y sostenibles a largo plazo que contribuyan a la consecución de los ODS.
- Contribuir a una mejor comprensión de cómo se comparan los impactos ambientales de los productos forestales con los productos hechos de otros materiales.
- Incluir consideraciones de sostenibilidad en el diseño de productos forestales que puedan permanecer en uso el mayor tiempo posible, con el objetivo de tener en cuenta los impactos ambientales de los productos durante todo su ciclo de vida y asegurando su reutilización y reciclabilidad.
- Proporcionar información transparente y precisa sobre el clima y otros impactos ambientales durante todo el ciclo de vida del producto.
- Invertir para desarrollar procesos productivos eficientes y tecnologías que optimicen el uso de materiales, prevengan la contaminación y reduzcan la huella ambiental de los productos.
- Fomentar la sustitución de productos de origen fósil o intensivos en GEI por productos madereros (u otros productos de origen biológico) evitando la competencia intrasectorial en la que los productos forestales compiten con otros productos beneficiosos para el medio ambiente y fomentando la colaboración intrasectorial.
En cuanto a los gobiernos, el documento dirige sus orientaciones principalmente a incentivar y fomentar la producción y el consumo responsables de bioproductos sostenibles y desalentar el uso de productos no renovables, de origen fósil e intensivos en GEI; diseñar e implementar procedimientos de contratación que prioricen productos y servicios sostenibles frente a otras alternativas; reforzar la cooperación entre actores científicos, industriales y financieros para lograr ciclos de innovación tecnológica más cortos.
Como acelerar la sustitución
Un factor clave en el proceso de sustitución por productos forestoindustriales es el comportamiento del consumidor: si bien pueden ser conscientes de las alternativas ecológicas, la promoción y el marketing son necesarios, como en cualquier entorno comercial, para guiar las elecciones hacia opciones sostenibles. "La mayor restricción en la competitividad de los precios de los productos de base biológica proviene del petróleo barato. Lejos de los nichos de mercado donde un precio más alto es aceptable debido a otros aspectos como la apreciación de la sostenibilidad o la moda, se podría promover e incentivar la adopción masiva de alternativas de base biológica, por ejemplo, evitando subsidios o impuestos punitivos para las energías no renovables", señala el informe.
En este marco, la forestoindustria debe fortalecer su rol y contribución en la economía circular poniendo el acento en la innovación industrial que acelere el desarrollo de tecnologías y productos de base biológica innovadores y respetuosos con el ambiente para impactar en el comportamiento social. "Los consumidores informados tomarán decisiones conscientes sobre opciones sostenibles y respetuosas con el clima. Esfuerzos como la educación, el marketing, etc., pueden ayudar a aumentar la conciencia de los consumidores al resaltar los beneficios que los productos forestales podrían brindar sobre los productos no renovables", destaca la FAO.
El mercado argentino ya muestra un segmento de consumidores más conscientes respecto del clima y el medio ambiente, pero el documento destaca la importancia de "traducir la conciencia en comportamiento, por ejemplo, mejorando el acceso y la disponibilidad de productos ambientalmente responsables y de reducir el consumo de productos de origen fósil y mineral o intensivos en GEI". Resulta un factor estratégico la responsabilidad empresarial para "alentar a los sectores a producir y utilizar alternativas más sostenibles para reemplazar materiales y productos que funcionan peor según los indicadores ambientales y socioeconómicos".
En particular, el informe destaca el rol esencial de las compañías de seguros: "La falta de voluntad para asegurar construcciones de madera de gran altura puede constituir una barrera importante y, para contrarrestar esto, las aseguradoras deben estar debidamente informadas sobre los riesgos y beneficios de las construcciones de madera".
Por Roberto Minoli y Alberto Pelagallo
Foto principal: Casa FOA 2021
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